Qué es el lipedema, síntomas y tratamiento

qué es el lipedema

El lipedema es una afección relacionada con el tejido adiposo que predomina en mujeres. En la mayoría de los casos, tiende a localizarse el lipedema en abdomen, muslos y caderas, aunque también existen casos en los que se manifiesta el lipedema en rodillas y tobillos y en menor medida, en los brazos. 

En la actualidad, existen diferentes tratamientos orientados a paliar la inflamación de las células grasas que provocan el lipedema, la crioterapia dermatológica es una de las soluciones más eficaces para mejorar localmente lóbulos de grasa localizados, y reducir el dolor que en ocasiones causa el lipedema en las piernas. 

Qué es el lipedema

El lipedema, o síndrome de piernas grasosas, es una afección provocada por la inflamación de las células grasas de las caderas y los muslos. Este crecimiento celular provoca que el volumen de estas zonas se desarrolle de manera desproporcionada, provocando celulitis y nódulos de grasa que pueden trasladarse a otras zonas como la pantorrilla o el tobillo.

El origen del lipedema todavía no se ha detectado de manera concreta, aunque sabemos que pueden influir factores tanto hormonales como genéticos. 

En la mayoría de los casos el lipedema no se puede combatir con dieta y ejercicio, debido a que el crecimiento celular anormal sigue desarrollándose, independientemente de los hábitos de la paciente. 

Los síntomas habituales del lipedema

El lipedema en cadera y piernas ofrece unos síntomas identificables durante sus primeras fases. Entre los signos visibles que actúan como síntomas en casos de lipedema, los más habituales son los siguientes. 

  • Aumento de volumen localizado en piernas y en menor medida en brazos.
  • Sensación de hinchazón permanente en las zonas afectadas. 
  • El tejido subcutáneo se endurece, lo cual es perceptible al tacto. 
  • Volumen desproporcionado respecto al resto del cuerpo.
  • Dolores provocados por la acumulación de tejido graso. 
  • Aparición de las conocidas como arañas vasculares.
  • Aumento de la sensibilidad en la zona afectada.  

Estos síntomas son los que hacen indicar que un aumento de volumen en la zona de las caderas y los muslos pueden estar provocadas por un caso de lipedema. 

Qué tipos de lipedema se pueden diagnosticar

En la actualidad, se trabaja en base a tres grados diferentes de lipedema, son los siguientes:

  • Lipedema tipo 1: La superficie de la piel se reblandece, aunque todavía presenta un aspecto regular. El síntoma principal es que se pueden palpar ciertos nódulos de grasa poco visibles.   
  • Lipedema tipo 2: Se perciben irregularidades en la piel, que se endurece en sus capas externas. El volumen de la zona afectada comienza a aumentar. 
  • Lipedema tipo 3: La superficie de la piel es claramente adiposa, afectando a caderas y tobillos de manera predominante. Se perciben nódulos de grasa de manera definida. 

El tratamiento dependerá del grado del lipedema, y de las zonas en las que se localiza el tejido adiposo.

Tratamiento para combatir el lipedema 

El principal tratamiento para combatir el lipedema en sus grados más avanzados es la lipomesoplastia. Esta técnica se basa en la aplicación directa en las zonas afectadas, suministrando fármacos capaces de reducir la presencia de tejido adiposo bajo la piel. 

Lo que consigue este tipo de tratamiento es incentivar la circulación y activar el metabolismo, un efecto que, como analizaremos a continuación, también consigue la crioterapia.  

El resultado de la lipomesoplastia es una reducción inmediata del volumen de las zonas afectadas, mejorando también el aspecto externo de la piel.

Es importante insistir en que las dietas y las rutinas orientadas a bajar el peso corporal no tienen un impacto real sobre los casos de lipedema. La inflamación de las células grasas no está relacionada con la dieta o la práctica de deporte, aunque es recomendable que las personas que sufren esta afección mantengan en lo posible rutinas sanas.

La liposucción WAL, desarrollada por el Dr. Offerman, también está especialmente indicada para casos de lipedema. En este caso se utiliza una cánula capaz de instilar suero salino directamente sobre las células hipertrofiadas, reduciendo su tamaño. Esta operación es muy compleja, aunque consigue resultados visibles. El sistema de lipedema con liposucción WAL tiene un precio variable, en función de las características de la paciente.  

Tratamientos de lipedema con crioterapia

La liposucción para el lipedema se puede evitar, mediante un tratamiento basado en la aplicación de crioterapia corporal. El lipedema en piernas y caderas se puede tratar con crioterapia general y crioterapia localizada. 

El objetivo es estimular la circulación y estimular el metabolismo, estas dos acciones permiten reducir el tamaño de los nódulos de grasa, especialmente en pacientes que sufren lipedema de tipo 1 y 2. Además de reducir las acumulaciones de lípidos, la crioterapia también disminuye el dolor derivado del lipedema, un alivio imprescindible para pacientes que sufren un lipedema de grado 3. 

El metabolismo se compone de reacciones químicas que se desarrollan en nuestras células, tratamientos metabólicos como la crioterapia ayudan a actuar sobre el volumen del tejido graso, actuando contra las acumulaciones de lípidos en piernas y caderas. 

Respecto al efecto de la circulación, la terapia de frío produce un efecto vasoconstrictor, disminuyendo la inflamación general del cuerpo. En el caso del lipedema, este alivio de la inflamación también actúa sobre los bultos de grasa que provoca la afección. 

Por lo tanto, la crioterapia es un tratamiento que, aunque no solucione de manera permanente la enfermedad del lipedema, ayuda a atenuar sus síntomas principales.

Lipedema en brazos

La mayoría de los casos de lipedema se localiza en las piernas, especialmente en la zona de los muslos y la cadera, sin embargo, también existen casos en los que los efectos se presentan en los brazos. 

El diagnóstico es el mismo que en los casos de lipedema de piernas, las células grasas se acumulan formando capas de lípidos de forma desproporcionada, que pueden reducirse mediante cirugía, o aplicando sesiones de crioterapia que actúen sobre las zonas afectadas.   

FUENTES

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