Tratamientos en lunares precancerosos

lunares precancerosos

Los lunares precancerosos están relacionados con casos de melanoma y cáncer de piel. Evaluar esta pigmentación y, en los casos necesarios, eliminar posibles lunares precancerosos, es fundamental para la detección temprana.

La crioterapia es una solución preventiva para casos de lunares precancerosos, esta técnica permite eliminar de forma específica los tejidos potencialmente afectados, eliminando la acumulación de melanocitos que son en último término, la causa de la aparición del melanoma.

Qué son los lunares precancerosos

Lo que conocemos comúnmente como lunar precanceroso es, en realidad, un nevo displásico. A simple vista, se trata de un lunar de un tamaño superior al de los lunares comunes, que además presenta bordes irregulares. Este tipo de lunares pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en zonas que han sido expuestas al sol de forma continua. 

La mayoría de los nevos displásicos no se convierten en melanomas, por tanto, a pesar de la acumulación de melanocitos que se da en zonas del cuerpo localizadas, no se llega a generar un caso de melanoma, sin embargo, conviene evaluar periódicamente este tipo de manchas, para detectar un posible principio de cáncer de piel.

Cambios en nevos displásicos

Estos lunares tienden a modificarse, cualquier variación en un lunar de este tipo debe ser revisado por un especialista para determinar su peligro potencial. 

Las variaciones que pueden producirse en un lunar y que debemos tener en cuenta son las siguientes:

  • Cambios en el color
  • Cambios en el tamaño
  • Cambio en su forma
  • Cambio de textura
  • Endurecimiento
  • Picor
  • Sangrado

Cualquier situación anterior puede indicar que estamos ante un lunar precanceroso, y por lo tanto debemos actuar para evitar consecuencias más graves. 

La reacción del melanoma en casos de cáncer de piel

Solo un porcentaje muy reducido de lunares se convierten en casos de melanoma. El origen es la acumulación de melanocitos en zonas localizadas, esto genera un pigmento que, en algunos casos, puede provocar un cáncer de piel también llamado melanoma. 

Un melanoma localizado se puede extirpar impidiendo su avance, sin embargo, un melanoma que no se trata a tiempo también puede extenderse a otros tejidos, agravando la enfermedad. La detección temprana y la posibilidad de extirpar este tipo de lunares es una solución para evitar las complicaciones propias del melanoma.

Causas y riesgos para la aparición del melanoma

Existen algunas situaciones de riesgo y causas que pueden incentivar la aparición del cáncer de piel a partir de lunares precancerosos. Entre las más habituales, están las siguientes:

  • Lunares comunes: Una persona con muchos lunares, a partir de 50 aproximadamente, tendrá más posibilidades de desarrollar nevos displásicos.
  • Antecedentes: También existen causas genéticas, por tanto, personas con casos de melanoma cercanos deberán evaluar cualquier señal que pueda ser interpretada como un melanoma.
  • Presencia de lunares precancerosos: Cualquier mancha que presente las condiciones anteriormente citadas deberá contactar con un especialista.
  • Personas con piel clara: La piel clara es un factor de riesgo de cara al posible desarrollo de melanomas.
  • Pecas: Al igual que las personas con lunares, las pecas también pueden suponer un factor de riesgo de cara al melanoma. 

En términos generales, una persona que desee reducir el riesgo de desarrollar un caso de melanoma deberá evitar la exposición excesiva al sol y someterse a reconocimientos periódicos. 

La evaluación de lunares y manchas permite llevar a cabo una detección temprana, que se complemente con exposiciones al sol controladas, que no sometan a la piel a un impacto continuo con la luz solar.

Tratamiento del melanoma

Distinguimos 4 estadios en función de la extensión del melanoma, son los siguientes:

  • Los estadios 1 y 2 permiten extirpar la zona afectada, reduciendo además las posibilidades de reaparición. Tanto la zona como la profundidad del melanoma determinan si estamos ante un caso de tipo 1 o un caso de tipo 2, pero en ambas circunstancias podemos llevar a cabo un proceso completo para eliminar la zona afectada, sin que las consecuencias se extiendan a otros tejidos. 
  • El estadio 3 presenta una afectación en la zona de los ganglios, en estos casos se recomienda extirparlos y seguir un tratamiento con inmunomoduladores. 
  • En el estadio 4 se ha producido una metástasis proveniente de la zona afectada. La terapia se lleva a cabo en función de la situación particular del paciente. 

Durante las dos primeras fases podemos actuar en el melanoma extirpando la zona visible, tratando la piel para evitar su reaparición.

También en estas dos primeras fases debemos evaluar si hay algún ganglio afectado, para determinar el alcance del tratamiento.

Tratamientos para extirpar lunares cutáneos

En la actualidad, existen varios métodos para retirar lunares cutáneos mediante láser, escisión quirúrgica y crioterapia.

El láser está recomendado para actuar sobre lunares planos. El procedimiento comienza anestesiando la zona que va a ser tratada, a continuación se aplica el láser, que permite la retirada completa del lunar. Habitualmente, se requieren varias sesiones, alrededor de 3, para que el proceso se complete satisfactoriamente.

En el proceso quirúrgico participa un especialista que, mediante raspado, actúa sobre el lunar. Técnicas como la escisión tangencial, la biopsia por punción o la cirugía por escisión suelen permitir eliminar el lunar, evitando su reaparición. 

Por último, la crioterapia también puede formar parte de este tipo de tratamientos, habitualmente en combinación con la extracción quirúrgica. En este caso, el tejido afectado es sometido a temperaturas excepcionalmente bajas, para a continuación eliminarlo mediante un proceso quirúrgico. La crioterapia permite insensibilizar la zona y predisponer a la zona pigmentada para su posterior eliminación.

Es importante contactar con sanitarios especializados siempre que sea necesario. En los casos de melanoma, la detección temprana es un factor fundamental y puede ser clave a la hora de controlar las consecuencias de un lunar precanceroso. Los tratamientos que actúan en estas manchas evitan que las consecuencias puedan llegar a otros tejidos y agravar la salud del paciente.  

FUENTES

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