El impacto del lipedema en rodillas y tobillos

lipedema en rodillas

El lipedema en rodillas y tobillos puede afectar a la movilidad de las articulaciones, debido a las capas de lípidos que se acumulan en estas zonas. Habitualmente, la inflamación de tejidos por lipedema comienza precisamente tanto en la zona de los tobillos, como en la parte posterior de la rodilla, estas zonas suelen acumular un mayor volumen de tejido afectado, actuar a tiempo en base a un tratamiento específico de lipedema permite liberar las articulaciones de acumulaciones de células grasas que, en los casos más graves, pueden generar falta de movilidad y dolores articulares. 

Lipedema localizado en rodillas y tobillos

La mayoría de los pacientes presenta casos de lipedema localizados en las extremidades inferiores. Las células grasas proliferan especialmente en las piernas, aunque no de manera uniforme, pero no hay que olvidar que también puede manifestarse el lipedema en el abdomen.

Muchos pacientes perciben los primeros síntomas de lipedema en las articulaciones, tanto en los tobillos como en las rodillas. Estas capas de grasa no suelen afectar de forma directa a la estructura ósea ni a los tendones, sin embargo, la propia acumulación de lípidos puede derivar en una falta de movilidad, que impide llevar a cabo movimientos básicos y causa un dolor que puede llegar a ser crónico. 

El principal perjuicio es que se trata de articulaciones y por tanto son estructuras complejas compuestas por hueso, músculo y tendón, una inflamación permanente provocada por un caso de lipedema va a someter a esta zona a una presión perjudicial a corto y largo plazo. La presencia temprana de lipedema en las articulaciones de las piernas va a provocar que estas sean las zonas más afectadas, incluso en los casos más leves. 

El signo de Cuff en casos de lipedema en tobillos

Distinguimos varios grados de lipedema, en función de las características que presenta cada paciente. En el caso del lipedema en la zona de los tobillos, existe una cualidad particular conocida como el signo de Cuff, en este caso, el lipedema se ha extendido hasta los tobillos, desapareciendo abruptamente en esta zona de la pierna. 

El signo de Cuff se percibe en pacientes que acumulan células grasas entre las rodillas y el tobillo, este diagnóstico también se aplica en pacientes con lipedema en brazos, cuando los lípidos se extienden desde el codo hasta la muñeca. 

El signo de Cuff aparece en la mayoría de las personas que sufren lipedema, ya que es muy común que los tejidos afectados se encuentren en la parte inferior de las piernas, sin embargo, solo en casos muy graves el lipedema avanza hasta los pies.

Síntomas de lipedema en rodillas y tobillos

El lipedema en las articulaciones suele producirse en dos fases, en un primer momento las capas de lípidos aparecen aisladas en estas zonas, y por tanto, son muchos los pacientes que identifican los primeros síntomas de lipedema en rodillas y tobillos. Lo habitual es que estos tejidos no sean los únicos afectados, y el lipedema se extienda hacia otras zonas de las piernas, dando lugar a una segunda fase en la que el lipedema se extiende a las extremidades inferiores desde la zona de la cadera hasta el tobillo.

Los síntomas habituales se aprecian a simple vista desde las primeras fases. Tanto en los tobillos como en la cara interna de las rodillas se puede apreciar un desarrollo anormal del tejido graso, que va a disminuir la elasticidad cutánea y en los casos más graves, va a provocar un perjuicio para la movilidad de la articulación. También es común que aparezcan dolores ya sea de forma puntual o crónica. 

Tratamiento de lipedema en tobillos y rodillas

Existen varios tratamientos para reducir la presencia de células grasas en pacientes con lipedema. En la mayoría de los casos, no se suelen llevar a cabo soluciones localizadas, lo habitual es intervenir en las extremidades completas para retirar el mayor porcentaje posible de lípidos. 

Uno de los procesos más eficaces es el tratamiento WAL, una técnica desarrollada por el doctor Michael Offerman de forma específica para tratar casos de lipedema, que permite retirar células grasas sin dañar los tejidos anexos. Lo que se consigue mediante este proceso es proteger tanto las venas como los vasos linfáticos, reduciendo de forma manifiesta la presencia de células hipertrofiadas. 

Mediante la aplicación de la técnica WAL podemos liberar a la articulación de los tejidos grasos que reducen su movilidad y pueden llegar a provocar un dolor crónico, sin embargo, es importante que este tipo de intervención la realice un médico especialista, debido a la complejidad del proceso quirúrgico.  

El resultado del tratamiento es muy eficaz, la articulación se libera de gran parte del tejido que se ha desarrollado de forma excesiva, recuperando la movilidad de la articulación. Es preciso tener en cuenta que, al igual que sucede en las intervenciones de liposucción, no es recomendable intervenir en el tejido graso completo, por tanto, siempre va a existir un porcentaje de células grasas acumuladas, aunque tras la intervención estas células no van a afectar a la movilidad de rodillas y tobillos. 

Aplicación de crioterapia para lipedema en articulaciones

La crioterapia consiste en la aplicación de temperaturas muy bajas de forma localizada o como parte de un tratamiento general. En el caso de las articulaciones, la crioterapia se ha mostrado muy eficaz como parte de procesos de recuperación en articulaciones lesionadas, tanto en casos de sobrecargas como por problemas derivados de enfermedades como la artrosis. 

En el caso del lipedema en articulaciones, muchas de las células acumuladas se pueden eliminar mediante procesos que aceleran el metabolismo, este tipo de terapia va a quemar parte de las acumulaciones de forma natural, sin afectar a otros tejidos cercanos. 

Someter a las articulaciones a tratamientos de crioterapia permite reducir las consecuencias del lipedema, evitando otros tratamientos que pueden ser perjudiciales para los tejidos cercanos a la articulación. En cualquier caso, es recomendable seguir siempre las recomendaciones de un médico especializado en lipedema, un diagnóstico adecuado es el primer paso para establecer un tratamiento personal adecuado, que nos permita actuar eficazmente sobre la zona afectada.            

Crioterapia de cuerpo entero en la recuperación de Cirugía de Lipedema

Se ha constatado que el empleo de crioterapia de cuerpo entero a -196 ºC, de forma continuada en  los diez días posteriores a la cirugía, acelera los tiempos de recuperación, coadyuvando en la disminución del dolor y la mejora del descanso. 

FUENTES

Escribe un comentario