Breve historia de la crioterapia desde sus orígenes hasta hoy

historia de la crioterapia

Breve historia de la crioterapia desde sus orígenes hasta hoy

Viendo las futuristas cabinas de crioterapia que aparecen en centros de estética y salud podría pensarse que la crioterapia es una técnica moderna. Nada más lejos de la realidad; las propiedades beneficiosas del frío se vienen usando desde hace siglos (si bien es cierto que las cabinas de criosauna permiten aplicarlas de forma mucho más eficaz). En este post hacemos un breve repaso de la historia de la crioterapia. ¿Quieres acompañarnos? Pues sigue leyendo.  

Crioterapia: Historia 

La historia de la crioterapia se remonta al antiguo Egipto. En un antiguo texto egipcio, el Papiro Edwin Smith, datado en el 1500 a. C, ya se hablaba sobre el uso del frío para tratar la inflamación en traumatismos. También se usaban compresas frías para tratar la inflamación de las heridas infectadas. 

Los médicos de la antigüedad popularizaron el uso terapéutico del frío. Así por ejemplo, en el 400 a.C., Hipócrates utilizaba el frío para tratar la inflamación y el dolor. Pero con el tiempo los usos de la crioterapia se fueron ampliando y refinando. En 1050 d. C, los monjes ingleses usaban frío como anestésico local. 

La era de 1800 a 1900 representa una época fantástica de avances científicos y médicos. El Dr. James Arnott fue un médico inglés y pionero de la crioterapia, ya que fue fundamental en la historia y el desarrollo de sus usos modernos. También se le atribuye el mérito de ser el padre de la actual criocirugía, que consiste en la aplicación de la temperatura fría de congelación para destruir tejidos dañinos o irregulares. En 1845, Arnott descubrió que el uso del frío era el tratamiento crio quirúrgico más eficaz tanto para la neuralgia como para las migrañas. Pero no se detuvo ahí.  

Arnott estudió y registró otros múltiples usos en su práctica del uso de temperaturas muy frías o de congelación para diversas afecciones, desde 1819 hasta 1879. Y en la Gran Exposición de Londres de 1851, expuso (y ganó un premio) su uso del frío extremo de forma localizada para destruir tejidos dañinos. Trató tumores de cáncer de mama, cánceres uterinos y diferentes tipos de cáncer de piel, y también defendió la crioterapia como uso para el acné y otras afecciones de la piel. 

A raíz de los  descubrimientos de Arnott, se desarrollaron nuevos sistemas de expansión para enfriar los gases y, en 1892, John Dewar ideó el primer termo para manipular gases licuados, y la licuefacción del aire se comercializó en 1895.

En 1907, Pussey utilizó dióxido de carbono solidificado y trató con éxito las verrugas y varios tipos de lupus. Esto marcó el fin del aire líquido, y después de 1910, el dióxido de carbono se utilizó principalmente en la crioterapia. 

En 1907 se empezó a usar dióxido de carbono sólido para congelar y eliminar las verrugas. Poco después de la Segunda Guerra Mundial el nitrógeno líquido desplazó al dióxido de carbono.   En 1961, el Dr. Ray Allington comenzó a utilizarlo clínicamente, desarrolló un aparato que sería el prototipo para cualquier sonda de nitrógeno futura. Más tarde, Setrag Zacarian sacó a la luz un spray de nitrógeno líquido condensado que se utilizaba ampliamente con fines de anestesia local.

¿Quién creó la crioterapia moderna?

Como vemos, la aplicación del frío de forma localizada ha sido habitual a lo largo de la historia. Pero hasta la década de 1970 no apareció la crioterapia de cuerpo entero. Fue en Japón, de la mano del Dr. Yamaguchi, que la usaba como una forma de tratar la artritis reumatoide. Descubrió que al enfriar rápidamente la superficie de la piel el dolor y la inflamación en las articulaciones disminuían. Su conclusión fue que una disminución rápida de la temperatura produce una liberación repentina de endorfinas que reducen el dolor. Pero sus investigaciones no acabaron ahí y otros investigadores cogieron el relevo y descubrieron que la crioterapia corporal produce efectos positivos a varios niveles: metabólicos, nerviosos…

Con el tiempo, se desarrollaron las criosaunas y la crioterapia corporal no tardó en ser conocida por sus virtudes como terapia física y empezó a ser usada por deportistas y celebridades.

En 2008, las saunas de crioterapia se introdujeron en los Estados Unidos y desde entonces se han seguido expandiendo a nivel mundial. Y así llegamos a 2022, donde las cabinas de crioterapia son un elemento cada vez más común en gimnasios, centros de belleza o clínicas de bienestar. La tecnología de las primeras cabinas de crioterapia ha seguido evolucionando y mejorando sus prestaciones para ofrecer tratamientos más eficaces y seguros, al tiempo que se han descubierto nuevas aplicaciones del frío. Las saunas de crioterapia se utilizan hoy en día para una amplia gama de lesiones y dolores, así como para afecciones de la piel. 

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FUENTES:
https://es.wikipedia.org/wiki/Crioterapia
http://residentesdedermatologia.blogspot.com/2007/05/e-l-uso-del-fro-como-tratamiento-de-las.html

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