La rosácea es una afección muy común de la piel, que si bien no suele derivar en consecuencias nocivas para la salud, si puede tener una incidencia estética visible. Crioterapia y rosácea son dos conceptos muy relacionados, debido a que la aplicación de frío permite reducir el efecto de la rosácea sobre las capas epidérmicas, es decir, aquellas que llegan a ser visibles.
En este caso vamos a analizar qué es la rosácea y cuáles son los tratamientos más eficaces.
Qué es la rosácea
La rosácea es una afección de la piel, cuya consecuencia visible es un enrojecimiento de la piel debido al efecto de los vasos sanguíneos, en los casos más graves, se pueden producir granos con un alto contenido en pus, semejantes a los que provoca el acné.
Su aparición es más común en mujeres de mediana edad, y suele afectar más a personas con pieles claras. Es importante advertir que, en la actualidad, no existe un tratamiento realmente definitivo frente a la rosácea, y por lo tanto, los signos externos de esta afección no desaparecen de forma permanente, sin embargo, sí existen métodos que han conseguido resultados muy positivos, reduciendo el efecto de los vasos sanguíneos en las zonas en las que ha aparecido la rosácea.
Causas de la aparición de rosácea
Una de las causas para que no exista una cura definitiva para la rosácea se debe a que no conocemos con exactitud sus causas, sin embargo, sí podemos estar seguros de una serie de factores que van a provocar que los vasos sanguíneos sean visibles en la zona facial.
Las causas que inciden en la aparición de rosácea son las siguientes:
- Comidas picantes, así como comidas calientes.
- Consumo de alcohol.
- Temperaturas elevadas o muy bajas.
- Práctica de ejercicio físico.
- Situaciones emocionales intensas.
- Productos cosméticos que se aplican sobre la piel.
En términos generales, cualquier efecto que se produzca sobre los vasos sanguíneos va a provocar una dilatación que genere un efecto visible relacionado con la rosácea. Incluso algunos medicamentos pueden alterar estos vasos sanguíneos, generando rojeces en distintas partes del cuerpo.
Las claves para detectar la rosácea
Como indicamos anteriormente, la rosácea tiene un efecto visible evidente sobre la piel, son estas consecuencias sobre la epidermis las que nos permiten detectar la rosácea y actuar para reducir sus efectos. Los síntomas más habituales de la rosácea son los siguientes:
- Rubor facial. Habitualmente se percibe un enrojecimiento en la zona cercana a las mejillas, aunque puede extenderse al resto de la cara.
- Vasos sanguíneos visibles: La rosácea también se caracteriza por visibilizar los vasos sanguíneos, especialmente en la zona anexa a la nariz.
- Aparición de granos: Se trata de los casos más graves, que si bien no revisten ningún peligro para la piel, sí pueden generar granos de pus semejantes a los del acné.
- Sequedad de la piel: La piel afectada puede verse afectada por períodos de sequedad, en los que la falta de humectación va a provocar la aparición de rojeces.
Los síntomas habituales relacionados con la rosácea tienen que ver con la aparición de zonas enrojecidas en la zona de la cara, y en los casos más graves, hinchazones y aparición de granos.
Soluciones para casos de rosácea
En casos de rosácea leve, es posible atenuar las señales que provoca la rosácea mediante geles y cremas, que actúan en las zonas superficiales de la piel. Otra de las soluciones habituales se basa en el efecto de los medicamentos orales relacionados con el acné. Este tipo de medicamento seca los granos y favorece su desaparición, por eso este tipo de medicamentos se recomiendan en los casos de rosácea persistente, en los que el paciente ha desarrollado acné.
En la actualidad, la rosácea también se puede combatir mediante tratamientos láser. Lo que se busca es reducir la presencia epidérmica de los vasos sanguíneos mediante la aplicación de láser en las zonas afectadas, reduciendo el nivel visible de rojeces en la zona facial. Es importante advertir que este tipo de tratamiento solo debe llevarse a cabo por parte de profesionales y personal experto en tratamientos láser.
Crioterapia y rosácea
La crioterapia se basa en la aplicación de nitrógeno líquido en distintas zonas del cuerpo, en ocasiones, la temperatura excepcionalmente baja que obtenemos mediante este tratamiento nos permite romper cierto tipo de estructuras que pueden ser nocivas para nuestra salud.
En el caso concreto de la rosácea, el tratamiento consigue incidir en los vasos sanguíneos visibles a través de la piel, evitando que lleguen a las capas más superficiales. En muchos casos, la crioterapia facial nos permite aplicar un tratamiento personalizado en el que incidimos, de forma directa, sobre las zonas afectadas por la rosácea. Es importante indicar que los resultados dependen de cada caso particular, y por tanto es importante tener en cuenta las características de cada paciente a la hora de establecer este tipo de tratamiento.
FUENTES
- https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/rosacea/symptoms-causes/syc-20353815
- https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/rosacea/diagnosis-treatment/drc-20353820
- https://cinfasalud.cinfa.com/p/rosacea-y-cuperosis/
- https://www.telva.com/belleza/2019/11/05/5dc0ab5f01a2f1ed2d8b4630.html