Según los datos de la AECC (Asociación Española contra el Cáncer) el de próstata es el cáncer más diagnosticado a hombres en Europa y el segundo a nivel mundial. Por suerte, también es uno de los tipos de cáncer con mejor pronóstico. En los últimos años se ha avanzado mucho en combatirlo y hoy contamos con opciones de tratamiento tan novedosas como la crioterapia prostática.
La crioterapia prostática consiste en el uso de muy bajas temperaturas para destruir las células cancerosas de la próstata. Mediante la crioterapia se puede congelar toda la próstata (crioterapia completa) o solo la parte de la próstata donde se encuentra el tumor (crioterapia focal).
A este procedimiento también se le llama criocirugía o ablación, aunque realmente no es un tipo de cirugía.
La crioterapia en el tratamiento del cáncer de próstata se puede utilizar en la tapa inicial de la enfermedad, cuando el cáncer no se ha propagado más allá de la próstata (Estadio I + II).
No es la primera opción de tratamiento pero sí se tiene en cuenta en los siguientes casos:
El primer paso es la anestesia. El procedimiento se hace bajo anestesia epidural (solo se duerme la mitad inferior del cuerpo) o bajo anestesia general.
Una vez que la anestesia ha hecho efecto el doctor introduce varias agujas huecas en la glándula prostática atravesando el perineo (zona entre el ano y el escroto). A través de las agujas pasan gases a muy baja temperatura que destruyen el tumor por congelación.
Todo el proceso es guiado por ecografía transrectal. Al mismo tiempo se hace circular agua salada tibia por un catéter para evitar que la uretra se congele. La operación puede ser ambulatoria, aunque algunos pacientes pasan la noche en observación.
La principal ventaja de usar la crioterapia es la capacidad de concentrarse en un área pequeña de células cancerosas sin dañar las áreas circundantes de la próstata. Un estudio publicado en el British Journal of Urology que analizó 10 años de estadísticas de pacientes sometidos a crioablación encontró los siguientes hallazgos:
Los autores del estudio llegaron a la conclusión de que las complicaciones debidas a la crioterapia prostática son, en general, menores que las de la prostatectomía radical (extirpación quirúrgica de toda la próstata).
Otros beneficios conocidos de la crioterapia es que es menos invasiva que la cirugía, lo que implica menos sangrado, menos dolor y menor tiempo de recuperación.
Los efectos secundarios que se han observado con más frecuencia son sangre en la orina durante uno o dos días después de la operación, hinchazón del pene o el escroto, dolor en la zona, ardor y necesidad de orinar o defecar con frecuencia. Estos efectos secundarios son pasajeros y suelen ser peores en hombres que ya han recibido radioterapia.
Por otro lado la congelación puede dañar los nervios cercanos a la próstata, causando problemas de disfunción eréctil.
Dado que la crioterapia prostática es una técnica relativamente nueva, aún no hay mucha información sobre su eficacia a largo plazo. Es de esperar que conforme pase el tiempo se convierta en un procedimiento habitual.
El tratamiento del cáncer de próstata es solo una de las muchas aplicaciones de la crioterapia. En nuestra web puedes conocer todos los beneficios de la crioterapia corporal para nuestra salud.
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