El insomnio es la dificultad para conciliar o mantener el sueño. Sus consecuencias más evidentes son la somnolencia diurna y la pérdida de capacidad de concentración o para mantenerse activo durante el día. Cuando no existen causas orgánicas, ni psicológicas, hablamos de un insomnio primario. Y si se debe a factores como el dolor crónico hablamos de insomnio secundario, pues es el resultado de otro trastorno de la salud.
Consideramos un patrón normal del sueño cuando:
- Se tarda poco en conciliar el sueño y su duración es suficiente.
- Las etapas del sueño se ejecutan en ciclos normales.
- Las fases de sueño profundo se registran principalmente en la primera mitad de la noche y las fases en las que se sueña se extienden durante la segunda mitad de la noche.
- No se detectan despertares frecuentes.
En muchos casos el insomnio puede deberse a estrés, ansiedad, depresión, alteraciones del ritmo circadiano… Pero en la medida de lo posible el diagnóstico debe apoyarse en una polisomnografía, una prueba en la que se registran aspectos como las ondas cerebrales y los movimientos oculares durante el sueño para determinar su perfil.
Aunque existe tratamiento farmacológico, no debe prolongarse durante periodos largos de tiempo, sino que es conveniente usar otros métodos como técnicas de relajación, terapia conductual o crioterapia de cuerpo entero, medidas que favorecen la conciliación del sueño y permitan alcanzar un sueño reparador.
La crioterapia de cuerpo entero ha demostrado ser de gran ayuda como tratamiento complementario contra el insomnio, ya sea de manera directa, regulando la actividad central, o indirectamente, eliminando el dolor que lo provoca. Sólo con una sesión al día durante una semana de tratamiento se puede conseguir una mejora significativa del sueño, e influir directamente en el bienestar de las personas.
FUENTES
- https://wholebody-cryotherapy.com/es/crioterapia/insomnio-primario.html
- https://shawellnessclinic.com/es/shamagazine/los-beneficios-de-la-crioterapia/
