La crioterapia para tratar problemas de motricidad crónicos

Llamamos motricidad al conjunto de movimientos que realiza una persona, y que son coordinados y ejecutados por el sistema locomotor. Los problemas de motricidad, por tanto, van a provocar que este tipo de movimiento no pueda llevarse a cabo, generando una descoordinación que puede ser puntual, o bien puede cronificarse.

La crioterapia puede ser parte de un tratamiento integral, que permita que una persona con problemas de motricidad amplíe sus capacidades motoras, mediante una terapia de frío. 

Por qué se produce un problema de motricidad

Los problemas de motricidad se pueden producir por muchas causas diferentes, entre las más comunes, destacamos las siguientes:

  • Alteraciones genéticas.
  • Dificultades durante el período de gestación o el parto.
  • Lesiones posteriores, que afectan al común desarrollo del sistema locomotor. 

En cualquiera de estos casos, ya esté motivado por una causa genética, o por un accidente que haya dañado a los centros de desarrollo del sistema motor, podemos ayudar a un paciente a mejorar su capacidad de movimiento y coordinación mediante crioterapia, gracias a su incidencia en el aparato músculo-esquelético. 

Cómo influye la crioterapia en personas con problemas motores

La influencia de la crioterapia en personas con problemas de motricidad y movilidad es muy positiva. 

Una de las principales ventajas de los tratamientos de frío es la mejora de la propiocepción. Llamamos propiocepción al sentido que nos permite conocer la posición de nuestro propio cuerpo, son los receptores musculares y el oído los encargados de generar un sentido de propiocepción equilibrado, la aplicación de la crioterapia contribuye a mejorar su precisión, evitando problemas de equilibrio y movilidad.   

Por otra parte, la crioterapia también tiene una influencia muy positiva sobre huesos y músculos, y por lo tanto, es muy beneficiosa para la movilidad en términos generales. 

Sabemos que la crioterapia tiene una influencia muy beneficiosa sobre tejidos lesionados, esa es la causa por la que cada vez son más los deportistas que tratan sus lesiones con soluciones relacionadas con el frío. Esta capacidad curativa del nitrógeno en estado gaseoso se puede aplicar también a músculos y huesos que, por diferentes motivos, han perdido parte de su movilidad. Mediante un tratamiento profesional, podemos lograr que un porcentaje de movilidad se pueda recuperar, ayudando a las funciones motoras de un paciente.

Es importante señalar que la crioterapia debe formar parte de un plan integral de recuperación, la terapia de frío sirve por tanto de apoyo a un tratamiento que debe incluir otras soluciones que ayuden a mejorar la motricidad del paciente. 

FUENTES

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